lunes, 21 de julio de 2008

Senda de los jazmines, de Mª Ángeles Castillo Romero



Llegaste, de repente, con el sol de primavera
y aguardabas las horas
hasta llegar al tumulto de la noche,
donde tu mirada se mezclaba con el vino
de las copas mágicas de aquella estancia.
No llamaste a la puerta de mi locura,
ni tampoco ausentaste jamás la palabra poesía.
Te enredaste con dulzura entre la blanca senda
de acogida hacia mi pecho.
Aprendí a bordar sentimientos de jazmines
que me sorprendieron en ese punto del camino.
El levante nuevamente me trajo
mi tan perdido fuego
y el llanto feliz que me encarcela
a tu cuerpo cada vez más...
Nuestro amor es un recinto secreto
donde con júbilo se enlazan nuestras almas
cada vez mas cerca de la gloria.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola soy paco de tarragona te mando un saludo